Ficha técnica
Ruta realizada por (Guía Manuel Domínguez)
Ruta de senderismo que se desarrolla desde la capital de la Comarca de Aliste, ALCAÑICES, que se considera la capital de dicha comarca. Su término municipal se encuentra situado al Oeste de la provincia de Zamora, junto a la frontera con Portugal, fue villa fortificada que perteneció a los templarios en 1210. El evento histórico por el que se conoce a esta villa es por la firma del Tratado de Alcañices el 12 de septiembre de 1297 entre las coronas de Portugal y Castilla, dando lugar a una de las fronteras más antiguas de Europa. Durante la Edad Media fue una villa fortificada que perteneció a los Templarios. De su castillo y muralla solo subsisten varios cubos de mampostería, entre los que destaca la denominada «Torre del Reloj». En la zona más elevada se conserva el palacio de los marqueses de Alcañices. Conserva dos iglesias, una de ellas perteneció al desaparecido «convento de San Francisco» El río que pasa por el pueblo nace de unos manantiales situados a algunos kilómetros de Alcañices, y es conocido como la Ribera, aunque al penetrar en Portugal cambia su nombre por el de río Angueira.
El itinerario comienza en un área recreativa que hay a unos 500 mts antes de llegar a Alcañices llegando desde Zamora por la carretera N-122, casi enfrente de una explotación de áridos.
Tras prepararnos en este cuidado entrono rodeado de robles melojos donde han colocado mesas, barbacoas, un circuito gimnástico-deportivo y algunas construcciones, comenzamos a caminar por la pista que sigue en dirección Sur.
Así, nos vamos introduciendo por el melojar. Vamos caminando en ligerísima y continua ascensión. Empezamos a una altitud de 815 mts, y en 460 mts de longitud alcanzamos la cota máxima de 844 mts.
Desde esta cota contemplamos perfectamente la diversidad arbórea de la zona, donde predomina el roble y el pino de repoblación, salpicado de alguna encina y algún eucalipto. El monte bajo está presidido por jaras y brezos.
Continuamos por la pista que ahora desciende en dirección Oeste para en 200 mts volver a tomar dirección Sur. Un km más y la pista comienza a zigzaguear por un bonito bosque de pinos de repoblación.
La pista no ofrece ninguna dificultad, hasta que tras caminar unos 4 kms desde el inicio, llegamos a un cortafuegos que coincide con el trazado de la conocida RAYA, como popularmente es conocido el límite fronterizo entre España y Portugal, y que ha sido más una realidad política que social. Atención en este punto porque la pista española sigue ascendiendo con una curva en dirección Oeste, pero debemos atravesar el cortafuegos (hacia el Sur-Este) y bajar para enlazar con el
A lo largo de la historia, los pueblos de ambos lados de la raya han convivido íntimamente intercambiado su cultura, lengua e incluso su comercio, pese a los años de restricción impuestas por leyes anacrónicas. Por estos pasos vigilados, los lugareños comerciaban desde que se creó la frontera allá por el S. XIII lo que alcanzó su apogeo en los años de los racionamientos de la post-guerra civil española.
Proseguimos descendiendo hasta llegar al río que aquí ya recibe el nombre de río Angueira.
Junto a la pista van apareciendo pequeños huertos de subsistencia. La vegetación junto al río es la típica de ribera, predominando los alisos y los sauces, en menor medida los chopos y los álamos, y ahora ya el negrillo u olmo está desaparecido debido a la grafiosis.
Otros 3 kms más por esta pista junto al río y llegamos a la localidad de SAN MARTINHO DE ANGUEIRA (en mirandés San Martino) que es una freguesia portuguesa del concelho de Miranda do Douro, con 37,00 km² de superficie y 369 habitantes en 2001. Entramos en la localidad, dejando el puente sobre el río a nuestra derecha. Seguimos por una bonita calle adoquinada a lo largo de 1,6 kms. Pasamos junto a una fuente y cruzamos un pequeño arroyo por encima del puente. Otros 100 mts más y dejamos la rúa da Fonte para girar a la derecha por la rúa do Quartel (aquí hay un indicador hacia Miranda). En 400 mts más llegamos al monumento al minero. Esta localidad poseía ricas minas de estaño de óptima calidad, que eran propiedad de la empresa belga «L’Etain», donde trabajaban cerca de 400 hombres. Hoy en día las minas están abandonadas.
De forma opcional (en caso de hacer senda lineal en lugar de retorno a Alcañices)
De nuevo sin pasar el puente, seguimos por la carretera asfaltada a lo largo de unos 300 mts para desviarnos por una pista que sigue por la margen del río en dirección Oeste. Seguimos esta dirección sin desviarnos, dejamos la primera bifurcación que surge a nuestra derecha, y en la siguiente sí que tomamos la desviación de la derecha por el camino menos marcado.
Ahora recorremos unos parajes con una gran carga etnográfica y de gran belleza paisajística, con numerosos molinos harineros, utilizados hasta hace no muchos años, cuya fuerza motriz era el agua.
En el km 11 de nuestro recorrido, cruzamos el puente a nuestra izquierda para acercarnos a unos molinos recién restaurados.
Regresamos de nuevo a la pista para seguir en dirección Sur, donde seguimos encostrándonos restos de otros molinos.
Ahora seguimos entre cortinas de piedra y luego junto al río. Un poco más adelante la pista comienza a estar asfaltada.
Y tras recorrer 15 kms llegamos a la localidad de ANGUEIRA, donde nos encontramos un pilón y 2 cruceros. Angueira es una freguesia portuguesa del concelho de Vimioso, en el distrito de Braganza, con 22,01 km² de superficie y 116 habitantes en 2011. Angueira obtuvo su carta foral del rey Manuel I en 1516 y en la organización municipal moderna perteneció inicialmente al concelho de Outeiro, hasta su extinción el 31 de diciembre de 1853, pasando entonces al de Vimioso.
Desde aquí tomamos la calle de la derecha en dirección NW. Seguimos callejeando por la localidad hasta alcanzar su plaza. Seguimos los indicadores a ESPANHA hasta llegar al final de la localidad donde finalizamos la ruta.
Es una senda muy tranquila y bonita cuando se llega a la caseta del guardia al mirador es realmente excepcional además el guía nos controló la historia que había habido en la zona en la época del contrabando y el estraperlo, al final se conjuga senderismo tiempo libre y un poquito de historia de la zona de fermoselle realmente otros momentos de vida la senda para volver a hacerla muy recomendable.